Estudiantes del Liceo Marta Brunet de Chillán exponen muestra fotográfica en la Universidad de Chile, en memoria y homenaje de la extraordinaria autora de Ñuble

Este año se cumplen 100 años desde que Marta Brunet Cáraves emigró desde su Ñuble natal a Santiago de Chile. Rondaba los 28 años y estaba absolutamente decidida a perseguir su deseo: dedicarse profesionalmente a la literatura, en contra del paradigma misógino secular, Marta decidió ser una mujer escritora.
En el marco de las acciones conmemorativas a 128 años del nacimiento de la autora, estudiantes del Liceo Bicentenario Marta Brunet Cáraves de Chillán, viajaron hasta Santiago para exponer su trabajo “Huellas de Marta Brunet”, un fotomontaje de creación colaborativa entre profesoras/es y estudiantes, que retrata distintas facetas de esta extraordinaria autora.
En palabras de las estudiantes, esta actividad artística les ha develado un aspecto más profundo de la autora. Valentina Carrasco de 2° año comenta que “A mi me impresiona la época en que ella se logró desenvolver y marcar la historia de la Literatura. Por eso se ve seria, por la época que exigía que fueran “señoritas”, pero ella se salía del rol y tenía una vida como se debe vivir, libre.”
Esta actividad es por un lado un gesto de recuperación de la figura de Marta Brunet, que según Natalia Cisternas, académica de la Universidad de Chile, quien se refiere a posibles razones a la base de la invisibilización de la obra de la chillaneja: abandono en que permaneció Marta Brunet, “Marta Brunet era incómoda. Manuel Rojas era incómodo, Baldomero Lillo era incómodo. Porque hacían hablar a esos que no podían hablar. Les daban voces, les daban historia y ponían en escena los conflictos sociales y políticos de la época. En ese sentido, estos gestos son reparatorios.”
La profesora Vanessa Pedreros afirma que la actividad tiene un sentido educativo fundamental para el modelo pedagógico del Liceo, donde trabajan recuperando la figura de Brunet como medio de fortalecimiento de la convivencia educativa: “promover la convivencia educativa, el fortalecimiento de la identidad y el sentido de pertenencia en la comunidad liceana; nosotras hemos querido poner en el centro de este objetivo la figura, vida y obra de Marta Brunet”.
Así lo confirma Amanda Flores de 4° año, quien subraya que la actividad “Nos incluyó mucho como alumnas y nos dio protagonismo. Nos sentimos más relacionadas con el Liceo, con la Marta Brunet”. Antonela Uribe agrega “descubrí que le encantaba escribir… Fue entretenido participar, fue dinámico, escoger ropa, encontrarnos temprano, maquillarnos, juntarnos antes a ver la vestimenta, los zapatos.”

Además de las estudiantes interpretando a Marta Brunet, el proyecto favoreció la exploración de otros roles del montaje artístico a las estudiantes. Tal es el caso de Maciel Flores de 1°, que participó colaborando en maquillaje y vestuario: “Algo que me gustó descubrir de Marta investigando en internet, viendo imágenes, leyendo, fue que tenía gustos super exóticos en el maquillaje, como las cejas super finas; sombra un poquito fuerte, los labios fuertes… como su personalidad, ella siguió escribiendo a pesar de todo.”
Para Magdalena Córdoba de 3° de año resalta un sentido más allá del literario en la escritora chillaneja: “Marta Brunet, entregaba un mensaje: marcó a muchas figuras de su tiempo, empoderándolas de cierta forma, visibilizándolas, en la escritura y otros trabajos y oficios, dejó una marca para todo el legado que le sigue de mujeres artistas, escritoras, como artistas y como humanas. Su mensaje es sobre atreverse a hacer lo que nos gusta, intentar cosas nuevas.”
La profesora Vanessa Pedreros, se mostró emocionada y agradecida del resultado de este trabajo colaborativo entre estudiantes y profesores/as. Además reconoció la importancia del apoyo y mediación de Natalia Cisternas para realizar esta exposición en la Plataforma Cultural de la Universidad de Chile.
Al cierre de la actividad, Pedreros destacó el valor crucial de Marta Brunet para Ñuble y la memoria historica del campo chileno, “Yo soy nacida y criada en el campo de Ñuble, específicamente en Ñipas, en el Valle del Itata, por lo tanto, yo cada vez que leo a la Marta, para mí es inevitable transportarme en el tiempo y reconocer a mi abuela, a mi bisabuela en esas imágenes del campo, de esa mujer perseverante que saca adelante a su familia, tan bien descrita por Marta Brunet, más allá del tiempo histórico. Para mí es maravilloso poder leerla y reconocer ese liderazgo femenino que marcó el campo chileno”.
Por último, la profesora Natalia Cisternas coincide, “La obra de Brunet es potente, es una obra sólida, que transforma muchos momentos, está llena de hitos que transforman la literatura latinoamericana, reinterpreta la literatura criollista y hace otra cosa; cómo representa a las mujeres,y las mujeres del mundo rural… no había nada parecido hasta que llega Brunet y representa con una psicología más compleja. Cómo representa el mundo popular y se sale de los estereotipos del criollismo”.
