Fuimos testigos, el pasado viernes 25 de octubre de 2019 Sr. Presidente, de una movilización histórica… apoteósica decían algunos medios hegemónicos que circulaban con sus camaritas voladoras sobre las cabezas de los y las manifestantes cerca de la Plaza Italia, en la capital Sr. Presidente.
Fue difícil encontrar registros en vivo y discusiones políticamente críticas de lo que pasada en el NO Santiago… y sabe Sr. Presidente?… ahí también salieron… salieron cientos, miles, cientos de miles, más de un millón de personas Sr. Presidente… asqueadas y sin miedo, enrabiadas y sin miedo, decididas y sin miedo Sr. Presidente.
En todo el territorio plurinacional se vio pulular una masa corpórea que hedía a amargura, usted puso militares en la calle Sr. Presidente, usted entregó el país a las armas, usted abrió su nueva dictadura Sr. Presidente… y aldía de hoy la lista de fallecidos y fallecidas asciende a 19 personas, hay casi 500 personas heridas a punta de balazos, balazos que usted mismo autorizó Sr. Presidente y la cifra de personas torturadas bajo el apremio hostil y cobarde de los militares y policías que usted mismo respaldó Sr. Presidente, aun ni siquiera lo sabemos. Y Sabe porqué no lo sabemos aún Sr. Presidente?, porque el organismo nacional que debiera estar encargado de velar por esas denuncias, que debiera estar por por informar transparentemente lo que está ocurriendo bajo el alero de la violencia milica y policial, le sirve a usted Sr. Presidente. El Sr Sergio Micco, director del Instituto de Derechos Humanos de Chile ha querido ensordecer el clamor generalizado de mujeres y hombres que denuncian esta Dictadura De Piñera, y las cifras no se conocen Sr. Presidente… usted y sus cómplices siguen criminalizando esta revuelta social, siguen nombrándonos como violentistas y siguen desconociendo que hoy en Chile la tortura, legitimada bajo su mandato, llegó para quedarse.
No le pesa en la conciencia Sr. Presidente estas vidas?, como es posible que usted continúe su acto de gobernar sin ningún gesto para con las reales víctimas de esta revuelta?… sabrá usted lo que es la conciencia me pregunto?… alguna vez habrá reflexionado en su seguidilla de errores intencionados, para parar… para resarcir? Cuando cuando veo su sonrisa escueta, en sus “días de normalidad” Sr. Presidente, compruebo que no , que a usted no le pesa en la conciencia… porque seguramente no la tiene.
Y… a qué normalidad se refiere Sr. Presidente cuando dice que volvimos a eso?… se refiere a que las pensiones siguen siendo miserables para las personas mayores, quienes casi en un 90% vive con menos de 150 mil pesos Sr. Presidente. cuanto habrán costado las pizzas que disfrutó con su nieto el primer día de la revuelta en restaurant pituco del lado de alto de la capital Sr. Presidente? … será el monto de una pensión . estoy segura que lo que representa el sustento mensual de un viejo o una vieja en este país, usted lo tiene por millones Sr. Presidente, y desde esa ignorancia e indolencia asegura… volvimos a la normalidad Sr. Presidente, a su normalidad.
Y será normalidad también para usted Sr. Presidente que la salud publica sea condena de muerte para muchos y muchas chilenos?… será que para usted es normal que los hospitales públicos se queden sin presupuesto y que este año, justamente este año, no se hayan renovado recursos para financiarla hasta diciembre Sr. Presidente. Seguramente si Sr. Presidente, para usted la salud pública ha vuelto a la normalidad… pues sigue haciendo lo que históricamente ha hecho, precarizar cada día más la salud de las personas.
Pensaba además Sr. Presidente, en que a día de hoy, como ya ocurre desde hace años… el Wallmapu sigue militarizado, y claro, estaba militarizado desde antes de la gran revuelta… entonces… ahora entiendo Sr. Presidente, volvimos a la “normalidad”, pues sitiar escuelas, allanar hogares, golpear a ancianos, hombres, mujeres, adolescentes, niñas y niños mapuche Sr. Presidente… ha sido para usted lo normal…
Son tantas y tantas las injusticias e inequidades que han sido naturalizadas en este territorio Sr. Presidente… y que usted sitúa en el interticio de las normalidades, que si… puedo comprender como parar usted lo “normal” ha vuelto.
Pero no Sr. Presidente, nosotras… las de siempre ya no somos las mismas. Despertamos y junto a miles de otras personas más clamamos, hasta en los estertores de la represión, que no bajaremos los brazos y seguiremos en la lucha contra su indolencia y su política del terror.
No Sr. Presidente, no volvimos a la normalidad y estamos más revueltas que nunca.