15 de Noviembre de 2024
El triunfo de Trump era posible, si… Pero siempre sorprende que un tipo que ostenta tanto machismo explícito, tanto desprecio y racismo pueda, con tanta impunidad ser votado no solo por misóginos y racistas, sino por mujeres, por afros y latinos también.
Con su triunfo, da la sensación que se tracciona el espacio público hacia un escenario que hubiéramos querido que quedara en el pasado. Pero los procesos sociales son complejos y solamente siendo honestamente críticas y aprendiendo a leer la realidad podremos intervenir en ella. ¿O acaso la derechización no se da también en nuestro continente? Bolsonaro, Milei, Lacalle Po… están ahí.
La irrupción de tecnologías comunicacionales y las noticias falsas o fake news, son un ingrediente, si. Pero y los progresismos? La feminista socialista norteamericana Nancy Fraser, plantea en su libro Contrahegemonía ya!, una hipótesis sobre cómo el neoliberalismo supo servirse y blindarse con los sectores progresistas, que le dieron dice, “cobertura ideológica”. Fraser alerta contra la pérdida de sentido crítico de este progresismo que en pos del maquillaje diverso “perdió de vista la desigualdad y la brecha de clases” con un devenir que lleva a un sistema estructural cada vez más regresivo, y sumamos, reaccionario.
Como las noticias de nuestros medios no hegemónicos denuncian, en el continente en general la militarización de territorios rentables para el capital, como la criminalización y desplazamiento de poblaciones en ellos es moneda corriente tanto en zonas mineras, petroleras como portuarias. Con uniformes y también con leyes y juicios, el aparato del estado lejos de bregar por el bienestar de su gente, por garantizar salud, vivienda y educación, trabajo y cultura, parece empeñarse en estar al servicio de las presiones empresariales.
Por ejemplo, Boric y su gobierno ha promovido la Ley antitomas en lugar de garantizar el acceso a la vivienda. ¿Tierras para el capital o para la gente? Al igual que hizo antes que Milei en Argentina la vicepresidenta “progresista” Cristina Fernández, ambos países le garantizaron obediencia a la generala Laura Richarson, la del comando Sur, esa suerte de delegación militar que el Departamento de Defensa de Estados Unidos se inventó para la “cooperación de seguridad”.
Al neoliberalismo misógino y violento, nos toca responderle con más solidaridad, con más memoria, con más comunidad, con más acción, encuentro, estudio, pensamiento crítico y discusión.
En este noviembre es bueno recordar que la lucha contra la violencia social, sexual y política que se ejerce contra las mujeres no se instituyó sola, ni por Estados, ni por partidos. Fue en un autoconvocado primer encuentro feminista del continente que los 25 de noviembre, nos sirven para la disputa de sentido contra violentos como Trump, o cómplices como los Boric. Aunque crean ganar y pretendan normalizar la violencia verbal o institucional, aquí seguimos, resistiendo con sentido a los triunfos de la masculinidad.
Radio HumedaLES,
Cultura y Existencia LESbiana