El mundo patriarcal, es el artífice de la crisis planetaria que hoy habitamos; mucho más allá del Covid 19 y el perverso manejo de la salud y la enfermedad como herramienta de exterminio. Denunciamos la violencia estructural del patriarcado y su continuo de guerra, saqueo y explotación de los cuerpos y los pueblos, y de la tierra y el agua.
Es viernes 27 de marzo del 2020 y nos conectamos con ustedes para informar y para hacer compañía en un nuevo día de resistencia a la violencia de estado, a la torpeza criminal de los viles asesinos e ilegítimos gobernantes del país. No les creemos ni una sola palabra y reconocemos sus criminales contradicciones, omisiones, mentiras; falsas cifras y medidas sanitarias.
Han querido borrar la memoria y la dignidad, pero no olvidamos ni perdonamos el robo masivo a los fondos de afp de las trabajadoras estas últimas semanas; no olvidamos la burla a las niñas y niños de escuelas públicas y a sus madres haciendo filas para ir por bolsas con ayudas de miseria.
No olvidamos ni olvidaremos el infinito abuso contra trabajadoras y trabajadores en medio de esta crisis. No olvidamos a las presas y presos por luchar y las continuas violaciones a los derechos humanos, recrudecidas desde la insumisión en octubre y la histórica primavera en que dijimos, BASTA.
Estamos alerta porque sabemos que la violencia del sistema del hombre va más allá y más acá de sus instituciones y que en tiempos de confinamiento y crisis, los cuerpos de las mujeres, niñas y niños resisten el patriarcado del íntimo familiar heterosexual. Hoy más que nunca, se hace crucial que activemos las redes solidarias con nuestras vecinas y que mantengamos contacto permanente con las amigas, que intentemos documentar o registrar cualquier intento de amenaza o ataque y usemos todo lo que sabemos para defendernos y sobrevivir.
Resistimos, como sabemos hacerlo. Como nos da la calidad humana para hacerlo. Con conciencia y convicción de que el estado no nos cuida, nos mata. La alerta feminista y popular se ha encendido y en los territorios las compañeras se organizan para asistir a quienes denuncian la violencia, para coordinar los alimentos de las más ancianas y de las compañeras más empobrecidas; se apoyan las madres compartiendo materiales educativos y didácticos para las niñas y niños; se abren espacios de contención y acompañamiento a las activistas y defensoras, se cierran las fronteras comunales para impedir la avanzada del cuico indolente y su viruliento fascismo neoliberal.
La equipa de HumedaLes, desde distintos territorios, contingencias y circunstancias, ha querido aportar con este gesto rebelde que es informar, vociferar y multiplicar rebeldías. A ver si por el aire nos conectamos, nos acompañamos y nos compartimos fuerza en estos días que nos desafían a continuar en lucha.
Todo parece avisar que el fin de la era del hombre y su guerra contra el planeta. No porque lo denuncien las mujeres o los pueblos que defienden la tierra, sino porque ya no es sostenible vivir así. Así que este es el momento de cuidarnos rebeldemente el cuerpo, la mente y el espíritu; pues necesitamos comenzar a imaginar y proyectar aun con más vehemencia un mundo fuera de este orden de muerte.
Cuando todo este contagio global del virus del pánico se detenga, cuando pase el chaparrón más violento, volveremos a las calles y retomaremos la revolución necesaria y posible ahora que hemos despertado y que volvimos a sabernos pueblo; esta pausa intencionada por ellos sólo nos hará más fuertes y organizadas.
Un abrazo rebelde y bienvenidas a la Boletina Informativa de hoy.