6 de Diciembre de 2024
¿Dónde está Julia Chuñil Catricura, desaparecida del 8 de noviembre? Julia es la presidenta de la comunidad indígena de Putreguel de la comuna de Máfil, en la región de Los Ríos. Querían su tierra, pero ella no quería vender. Desde hace un rato. Y recibía amenazas por eso. ¿Alguien investiga eso?
La abogada Orietta Llauca en la región de los lagos recibe desde hace 12 años amenazas de muerte a ella y a su familia por su trabajo como abogada y defensora ambientalista. ¿quién incendió su oficina?
Y las tantas defensoras que, con Acuerdo de Escazú o sin él a diario viven estas amenazas por defender el territorio, de las grandes Iniciativas Integradoras de Infraestructura continental que se dictan desde algún lugar lejano por detrás.
Otras violencias son más ejemplificadoras. Aquí en Chile como la que vive Stéfano por defenderse de un ataque de odio, pero también en el continente. En Bolivia, por ejemplo, necesitaron un show con 6 policías y patrulleros para detener a una compañera que levanta su voz contra el hambre y la violencia. La acusan de dañar la propiedad del estado. Eso es por pintar la vicepresidencia en vísperas del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Y la acusan de encubrimiento, por no delatar compañeras. 5 horas presa. Y no la liberaron, no. Solo salió con garantes hasta enfrentar el juicio.
Violencia también por ser lesbianas, como la que hace 6 meses sufrieron 4 compañeras en un barrio de Buenos Aires cuando un vecino las incendió con una bomba molotov. 3 mujeres fallecieron en el ataque lesbicida, pero el juez todavía ni siquiera investiga al imputado.
En Paraguay tampoco hay justicia. Hace 4 años que el ejército asesinó a dos niñas de 11 y 12, y hay una tercera que no aparece. Decía que eran guerrilleras, ellas y toda su familia están perseguidas.
Y en todos lados nos tenemos que defender de los violentos, de todos los violentos. También de los que están en la justicia. Y de los que son empresarios y tienen ganas de quedarse con tu tierra. O de los que son contratados en las secretarías de presidencias, y sus gabinetes, aunque tengan denuncias de acoso sexual. Y ni que decir de los que tienen uniformes o sotanas, no? (De esos nos cuidamos hace rato)
Acoso, persecusión e impunidad. Lo conocido.
Pero por suerte nos tenemos.
Y vamos aprendiendo a que esa violencia no se haga costumbre ni se meta entre nosotras.
Es un desafío en el cual somos íntimamente cómplices.
Radio HumedaLES
Cultura y existencia LESbiana